Invitado a dar un mensaje en video, Casely Essamuah, secretario general del Foro Cristiano Global, se cuestionó el por qué hay más de 45,000 denominaciones en el mundo protestante cuando tenemos el mismo llamado a la unidad y misión: "que todas sean una. ..para que el mundo crea!" “El amor mutuo es el corazón de nuestra vocación.” Entonces podremos vivir el Salmo 133, símbolo de hospitalidad y plenitud. Con él debemos afirmar que la unidad es sobre todo buena y agradable y recordarnos una y otra vez que lo que nos une es más fuerte que lo que nos divide.
Obispo Anba Thomas, unidad y reconciliación.
De una forma ilustrativa, el obispo copto Anba Thomas, fundador del monasterio de Anáfora, comparte que la vida en Cristo, según Juan 17, es una relación vital, "yo en ellos y tú en mí" (v. 23). Anba Thomas explica este verso al tomar una jarra llena de agua para después poner un vaso al interior de la jarra. El agua permanece fuera del vaso hasta que en algún punto el agua dentro de la jarra comienza a llenar el vaso. "Así es con nuestra unión con Cristo", dice el Obispo. Debemos sumergirnos en él. Solo entonces podremos convertirnos en agentes de reconciliación.
“La reconciliación de Cristo debe realizarse en nosotros,” comparte Anba Thomas. Para ilustrar este punto, el obispo enciende en fuego un pedazo de algodón pequeño que se quema en unos instantes. Esto es lo que pasa cuando queremos brillar por nosotros mismos al enfocarnos solamente en nosotros o en nuestros intereses. Anba Thomas continúa vertiendo aceite en un plato y le prende fuego: el aceite se quema, pero el pedazo de algodón no se quema. Esto es lo que sucede cuando estamos llenos del Espíritu Santo. Él es el único que nos permite iluminar a los demás. La reconciliación no se logra con la política o la sociología, ¡sino con nuestra " luz en Cristo"!
Utilizando la carta de Pablo a los Corintios como punto de partida, el pastor reformado Martin Hoegger muestra que la cruz y la resurrección de Cristo son el corazón de la fe cristiana y, por tanto, la clave de la unidad cristiana. Según él, el llamado de Pablo a una comunidad dividida a "no conocer más que a Jesucristo, Jesucristo crucificado" (I Co 2, 2) es permanentemente relevante: "La clave de la unidad es vivir la humildad de Jesús, que es la característica de su amor. Su voluntad es infundir su humildad en nuestro corazón. Nos da su Espíritu para hacernos obreros de la verdad y la justicia. El fruto de su obra en nuestra vida es la paz y la unidad en la comunidad.
Desde Egipto, cruzando los puentes hacia todos…
En el gran anfiteatro de Anáfora, Olivier Fleury, director de JC2033, nos invita a dar testimonio de Jesús y su resurrección con valentía, cruzando los puentes que nos separan. Olivier enfatiza esto mientras atraviesa el puente que cruza hacia la plataforma en el centro de este asombroso lugar.
250 participantes se reunieron para una comida festiva y luego para una celebración final. Los testimonios de participantes de cuatro continentes - Colombia, Rusia, India, Tanzania y Egipto - fueron seguidos por un vibrante llamado a orar por Egipto y el mundo árabe. "El Resucitado es la esperanza de las 14 naciones árabes representadas en esta conferencia".
"Desde Egipto llamé a mi hijo.” Esta palabra del Evangelio de Mateo es citada por Sherin Helmy, miembro del Movimiento de los Focolares en El Cairo. Ella lo ve como un llamado para los participantes en este encuentro en Anáfora. Desde este bendito lugar de Anáfora en Egipto ", dice," el Señor nos llama como hijos e hijas, como llamó a Jesús su Hijo amado, para llegar a nuestros contemporáneos, sean quienes sean. Aquel que resucitó nos envía, pero no nos deja solos. Nos da esta promesa con la que concluye el Evangelio: "Y yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos." (Mat 28:29).
Jesús resucitado entre nosotros es la presencia de Dios que nos une. Lo hemos experimentado durante estos días. Su presencia nos transforma y nos encamina hacia una ciudad donde reina la justicia, la verdad en las relaciones humanas, la amistad vivida y la capacidad de reconocernos y amarnos. - Martin Hoegger