Haber conocido a cristianos que enfrentan dificultades, persecución y anhelan tener la libertad de compartir la Resurrección de Jesús con quienes los rodean, llenó nuestros corazones de pasión y nos desafió a ser conscientes de las necesidades de la iglesia global en oración y acción. Tuvimos oportunidades de adorar junto con coptos, ortodoxos, evangélicos y católicos en muchos idiomas diferentes, como árabe, ruso, francés, español, alemán. Hubo tiempos llenos de devoción y de alabanza que abrieron nuestros corazones y mentes para experimentar a Dios en formas nuevas y profundas que no esperábamos.
El hecho de estar allí va más allá de las palabras, nos cambió de una manera que no podemos describir, cuando recordamos nuestro tiempo allí recordamos la relación de Unidad y Fraternidad que Jesús le pedía a su padre para crecer en el corazón de cada discípulo, eso es lo que realmente significa ser un cuerpo y una familia. Esta relación es la base hacia nuestro objetivo más alto, “para que el mundo conozca”.
Estamos muy agradecidos con el equipo JC2033, el equipo anfitrión en Egipto, los hermanos y hermanas del Monasterio de Anáfora y con Dios por mostrarnos su increíble amor a través de esta experiencia que cambia la vida. Oramos para que todos los lectores tengan la oportunidad de experimentar la Unidad, la Celebración y el Testimonio en las siguientes reuniones JC2033, estamos seguros de que no se arrepentirán.
Daniel y Natalia Castro, JUCUM Cartagena, Colombia.